domingo, 25 de julio de 2021

Homenaje a Guaicaipuro por Eloy Reverón

Homenaje a Guaicaipuro sería construirle una autopista mejor al lado y luego llamarla Guaicaipuro, diría Simón Rodríguez: inventar una, no copiarla. Lo único que les faltó fue hacer escribir Guaicaipuro con W como hicieron con el Guaraira Repano que de paso no era El Ávila, porque éste, junto al pico Naiguatá y La Silla de Caracas forman la cadena montañosa que separa a la Guaira del Guire y que la indianidad llamaba Guraraira Repano, simpre la escribimos con G como Guarenas, Guatire y Guatopo, tal como todos los topónimos cercanos, y tal como lo escribieron Santiago Key Ayala, Adriano González León, Enrique Bernardo Núñez, Aquiles Nazoa, el general Manuel Landaeta Rosales y Arístides Rojas, nunca con W. Escribirlo como si se pronunciara en inglés fue obra de los gringos cuando el Teleférico fue desnacionalizado en los ochenta (si mi memoria no me traiciona), y sigue desnacionalizado culturalmente porque de paso al igual que en Alemán la w suena v como en la lengua que heredamos de Cervantes y que de paso se hizo idioma en nuestra América, reitero suena v. En todo caso Huaraira Repano, como suele suceder y sucedió en documentos del Archivo de Indias, tanto con el nombre del Cronista del Perú, Huaman Poma de Ayala o Guaman Poma, y con el mismo Guaicaipuro. 


 

Ahora tan solo porque a los antropólogos extranjeros y hasta a los de origen extranjero les haya dado por escribir Warao como lo escriben los Guyaneses, eso es harina de otro costal. El tema central es que la dominación cultural es subliminal, estos detalles en lugar de exhibir nacionalismo, revelan la presencia de indigenenistas más indígenistas que los INDIOS, quienes ni siquiera han llegado a indianistas, así como hay políticos más papistas que el Papa.

Pero tratar de parcializarse con Francisco Fajardo, tanto del lado INDIO como del lado hispano, denota limitaciones para interpretar nuestra identidad, denota no entender ni de dónde somos, menos de donde venimos. Cierto que no es fácil, tal como lo escribió Bolívar en la Carta de Jamaica y ratificó en el Discurso de Angostura sobre nuestro extraordinario caso que aún después de tanto repetir de memoria nuestra venezolanidad se cierra a comprender: ..., y que por otra parte no somos indios ni europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores españoles: en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país y que mantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos hallábamos en el caso más extraordinario y complicado;… (Carta de Jamaica, 1815)

Francisco Fajardo era hijo de Isabel, hija de Charaima, hermano de Naiguatá. Ella fue raptada entre las costas de Chuspa y Chirimena por Francisco Fajardo Primero y la hizo su esposa en la Isla de Margarita, la bautizó con nombre de Reina para burlarse de ella por afirmar que su padre y su tío eran como reyes. Pero según las malas lenguas, Isabel no le dio ese hijo, el Francisco Fajardo de la Autopista, sino hasta después que llegó de España su nuevo jefe, el Gobernador creo que de apellido Pimentel si mi memoria no falla. Si Fajardo hubiera tomado partido por cualquiera de los bandos, siempre estuviera traicionando a uno de sus dos orígenes.